Si tuviera que escoger una salsa, me quedaría sin dudarlo con el pesto de albahaca (o genovés). Su aroma y su sabor me embriaga y, no hay semana en que no prepare un bote de esta maravilla verde. Es muy buena idea tener un bote en la nevera, aguanta muy bien (si está cubierta de aceite de oliva), y el uso que le puedes dar es infinito. Con pasta, arroces, cremas, bocadillos, wraps, para dippear, en el buddha bowl, con lasaña, pizza... además, es muy sencilla de preparar.
A Little-Veggie le encanta y cuando no se lleva fruta natural para almorzar al cole, le pongo un trozo de bocadillo de pan integral con hummus y pesto (¡es su combinación favorita! ;P).
Olvídate de comprar el pesto preparado, ya que el que suelen vender en el supermercado dista mucho del original (tanto en calidad como en sabor), además de no ser saludable (ni vegano) al llevar aceites refinados, lácteos y otros aditivos.
Sólo necesitarás 6 ingredientes para preparar la receta base que te muestro aquí, y siempre podrás ir variándola a tu gusto. Yo muchas veces cambio los piñones por otro fruto seco (almendras, pistachos, nueces, semillas de calabaza...) y la albahaca la combino con otra hoja verde como rúcula, kale, espinacas...
Si te interesa, puedes echarle un vistazo a las otras recetas de pesto que tengo en el blog:
- Pesto de rúcula y almendras.
- Pesto de brócoli.
¡Que disfrutes de este básico en tu alimentación! ❤❤❤
Pesto tradicional genovés / Pesto de albahaca vegano
INGREDIENTES
1 ramillete de albahaca fresca (unos 30 gr)
1 diente de ajo
2 cucharadas de piñones crudos
1 cucharada de levadura nutricional / levadura de cerveza
Sal marina / Himalaya
Pimienta negra recién molida (opcional)
Aceite de oliva (de ppf.)
ELABORACIÓN
Si te gusta prepararlo de forma tradicional elige el mortero. Si tienes más prisa, escoge la batidora de brazo. ;)
Pela el diente de ajo y lava las hojas de albahaca secándolas muy bien. Introduce todo en el vaso (ajo, albahaca, piñones, levadura nutricional, sal y pimienta negra) y añade un dedo de aceite de oliva. Tritura a velocidad baja y a pequeños intervalos para no oxidar la hoja de la albahaca.
Una vez esté, añade más aceite de oliva y mezcla con una cuchara suavemente. La textura final la dejo a tu elección, ya que depende del uso que le des, y si lo quieres más espeso o menos.
Para que se conserve perfectamente en la nevera, guárdalo en un bote hermético de cristal y cubre la salsa con aceite de oliva para evitar que se oxide y se ennegrezca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario