Polenta frita con salsa de tomate

La polenta es un plato tradicional italiano donde se cuece la propia polenta (harina de maíz gruesa) en agua o caldo. Su presentación final variará mucho dependiendo de si la hemos servido como especie de gachas, con una salsa y verduras, o la hemos frito u horneado en uno o varios bloques.
Tambien se pueden elaborar platos dulces con ella: pasteles, bizcochos, galletas,...


INGREDIENTES (2 PERSONAS)

100 gr. polenta precocida
250 ml. agua
250 ml. leche vegetal (en mi caso de avena)
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharadita sal
pimienta negra recién molida

Salsa de tomate para acompañar.


ELABORACIÓN

Pon el agua junto con la leche y la sal en un cazo al fuego. Cuando rompa el hervor, echa la polenta en forma de lluvia y ves removiendo con una cuchara de madera. Baja el fuego, y cuece durante unos 6-8 minutos sin dejar de remover. Añade la cucharada de aceite y continúa removiendo hasta que la masa se separe de las paredes del cazo.

Una vez esté, vierte la masa en un recipiente de cristal rectangular (previamente aceitado) y extiente y aplana la masa con la ayuda de una cuchara o espátula. Lo ideal es que quede 1 cm de grosor. Deja que se enfríe.
La masa está mejor de un día para otro, refrigerada en el frigorífico.

Desmolda sobre una superficie plana, y con la ayuda de un cuchillo corta bastones de aproximadamente 1 cm de grosor. Ves dorando las tiras de polenta en una sartén con un chorrito de aceite, por todas las caras.

Sirve junto con la salsa de tomate y una ensalada verde.