Hoy vengo con una receta tradicional veganizada. Hace bastante tiempo que la hice, y hace unos días, con el fresquito y la lluvia, me acordé de este plato de cuchara que tan bien sienta en el cuerpo.
Así que, me puse manos a la obra y volví a recuperar y actualizar la receta que recordaba en mi mente. Os tengo que decir que no me ha defraudado nada, es más, nos ha encantado a toda la familia.
Os advierto que es un poco laboriosa, pero vale sinceramente la pena. Además, es un plato que recomiendo que preparéis cuando tengáis invitados/as, ya que seguro que les sorprenderá.
Las albóndigas que os propongo están hechas con avena como ingrediente principal. Normalmente, se conocen (o se hacen más) las de seitán, pero esta vez he escogido este cereal, tan rico en proteínas y digestivo, para mostraros que se pueden hacer sin problemas.
Estas albóndigas veganas quedan suaves y jugosas por dentro y absorben perfectamente el sabor del caldo del guisado.
Bueno, no os olvidéis de acompañarlo con un buen pan de calidad para mojar en el caldito.
¡Espero que os guste!
Guiso 'tradicional' de albóndigas
INGREDIENTES (3-4 personas)
Para las albóndigas:
1 taza de copos de avena
2 ramilletes de col
2 cucharadas de piñones
3-4 cucharadas de pan rallado
3-4 cucharadas de harina integral de trigo sarraceno (o de espelta, trigo común, maíz...)
1/2 cebolla
2 dientes de ajo
1 taza de leche vegetal (avena, arroz, almendras,...)
1 cucharada de aceite de oliva (de 1ª presión en frío)
1 cucharada de tamari
sal del Himalaya / marina
tomillo
perejil
pimienta negra recién molida
Para el guiso:
2 dientes de ajo
1 cebolla
2 zanahorias
3 patatas
2 tomates
1 copita de Brandy
2 cucharadas de aceite de oliva (de 1ª presión en frío)
sal del Himalaya / marina
pimienta negra recién molida
cúrcuma
pimentón dulce
tomillo
2 hojas de laurel
agua
ELABORACIÓN
Para preparar las albóndigas, calienta un poco la leche vegetal y pon a remojo los copos de avena, durante media hora. Pasado este tiempo la avena habrá absorbido todo el líquido y se habrá convertido en una pasta elástica y jugosa.
En una sartén o cazo con 1 cucharada de aceite de oliva, pocha los dientes de ajo y cebolla rallados y la coliflor desmenuzada o también rallada. Cuando comience a dorarse y se haya evaporado toda el agua que la coliflor habrá soltado, saca del fuego y reserva.
Mezcla en un bol la pasta de avena remojada, los piñones triturados/molidos, el salteado de cebolla, ajo y coliflor, las especias al gusto, y tres cucharadas de pan rallado de calidad. Remueve bien hasta conseguir una masa bien homogénea. Como aún estará demasiado blanda como para manejarla con las manos, ves añadiendo cucharadas de harina integral de trigo sarraceno y mezclando hasta obtener una masa manejable. [Ten en cuenta que es normal que la masa se pegue a las manos un poco, así que no te excedas con la harina, porque sino quedarán unas albóndigas muy secas y duras. ]
Para darles forma a las albóndigas, una vez tengas la masa, humedécete las palmas de las manos con agua, coge una porción de la pasta y moldea hasta conseguir una bolita del tamaño de una nuez (más o menos). A medida que las vayas creando, pásalas por un recipiente con más harina de trigo sarraceno (o fécula de maíz) para así enharinarlas muy bien. [Este enharinado exterior evitará que se deshagan ya que formará una capa dura cuando se frían].
En una sartén antiadherente bien caliente, con 1 cucharada de aceite de oliva, saltea las albóndigas a fuego medio-alto, moviéndolas constantemente para que se hagan por todos los lados [a mí se me aplastaron un poco porque la masa aún quedó un poquito blanda]. Cuando estén bien doradas, reserva.
Para preparar el guisado o guiso, pica los dientes de ajo y corta en juliana la cebolla. Lamina las zanahorias. Saltea en una cazuela honda con 2 cucharadas de aceite de oliva. Salpimienta.
Ralla los tomates e incorpora a la cazuela cuando la cebolla esté transparente. Añade la cúrcuma, el pimentón dulce, el tomillo y el laurel. Pasados un par de minutos, echa la copa de brandy y deja reducir para que se evapore el alcohol.
Pela y trocea las patatas. Añádelas al guiso junto con el agua, hasta cubrir las verduras. Deja cocer 30 minutos. Cuando queden 10 minutos para el final, incorpora con cuidado las albóndigas para que se cuezan por dentro y absorban todo el sabor del guiso.
¡Sirve bien caliente y con pan!
Qué guiso más apetitoso!!! Este cae seguro el fin de semana.
ResponderEliminarEspero que te guste Rosa! Ya me contarás... Besitos! ;)
EliminarEstá de ricor infinito.
ResponderEliminarGracias por compartirla :)
Muchísimas gracias a ti, Alicia! ;)
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