Muchos y muchas de vosotras sabréis que tengo un Little Veggie de 2 años y medio, que es mi vida.
Pude compartir el día a día con él hasta que tuvo 28 meses, momento en el que tuvimos que recurrir al servicio diario de una guardería porque ambos trabajamos, lo que me planteó en su día varios dilemas que muchas conoceréis de sobra.
La guardería que finalmente escogimos, y que va a corde con nuestra filosofía y forma de educar, es la Escoleta el Trenet.
El Trenet es un lugar mágico donde, por encima de todo, prevalecen las necesidades de los niños y niñas, desde su punto de vista, dando importancia al juego, a la experimentación, a la imaginación, explorando texturas, indagando en la naturaleza, su propio cuerpo, identificando sentimientos, descubriendo el mundo, viviendo con amor y respeto. Donde, además defienden nuestro bien cultural más preciado, nuestra lengua.
No puedo estar más contenta y satisfecha de haberle podido regalar a mi hijo esos momentos tan especiales que ha vivido en l'Escoleta, algunos de los cuales he podido compartir con él, ya que en esta escuela infantil no te quedas en la puerta de la entrada, sino que puedes estar dentro de la clase un buen ratito jugando, leyendo, riendo,... con los y las peques. ¡Además de las excursiones y fiestas!
Ahora que ya se acerca el final de curso, y que después del verano Little Veggie ya irá al cole, sólo puedo decir a toda la gente que hace posible ese lugar maravilloso... ¡GRACIAS!
¡Muchas gracias Viqui, Librada, Inma Luz, Ana, Paco, Anna, Inma y Mariví por promover y luchar por un sitio tan especial como el vuestro, y habernos dejado participar y disfrutarlo todo este tiempo!
Y en particular gracias por no habernos puesto ningún problema en el tema de la alimentación, por dejarme participar en la adaptación del menú vegetariano, en haber podido recomendar platos y recetas personales.
Por todo ello, esta receta de hoy va dedicada con todo mi amor hacia vosotr@s, y en especial para ese gran proyecto de final de curso que conocemos como 'Pataxula'. Espero que os guste y que los y las pequeñas piratas puedan disfrutarla esos días tan especiales.
Por cierto, tan sólo señalar que esta receta es muy rica en hierro gracias a la remolacha, y que junto a la vitamina C del limón ayudará a nuestros peques a absorber mejor este mineral tan importante en esta etapa de crecimiento.
¡Un besazo a tod@s! ❤ ❤ ❤
1
Hummus de remolacha
INGREDIENTES
400 gr. de garbanzos cocidos
1 remolacha mediana
1 o 2 dientes de ajo
2 cucharadas de tahini (pasta de sésamo)
el zumo de 1/2 limón
1 cucharadita de comino en polvo
sal marina/Himalaya
pimienta negra recién molida
2 cucharadas de aceite de oliva (de 1ª presión en frío)
ELABORACIÓN
Limpia bien la remolacha (no la peles!) y corta los tallos unos 3-4 cm por encima de la raíz (esto evitará que sangre al hervir y se pierdan los jugos, y con ellos las vitaminas y minerales. No tires las hojas ya que las puedes utilizar para ensaladas o batidos).
En un cazo, pon abundante agua salada a calentar. Cuando hierva, introduce la remolacha y cuece durante unos 45 minutos. Hasta que se pueda pinchar bien con un cuchillo. Escurre y reserva.
En una batidora/picadora/procesadora introduce el ajo pelado, los garbanzos escurridos, la remolacha pelada y troceada, el tahini, el zumo del limón, las especias y la sal. Bate todo el conjunto hasta obtener una pasta homogénea y sin grumos. Puedes añadir un poco de agua de la cocción de la remolacha para aligerar la textura del hummus y que no quede tan densa.
Finalmente, añádele el aceite de oliva y vuelve a mezclar.
Sirve con unas tostadas, crudités, chips,... o en bocadillos, canapés, etc.
¡A los y las peques les encanta, tanto el sabor como el espectacular color!
Hola, gracias por la receta, está riquísimo y se hace en un pispás !
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